sábado, 2 de julio de 2011

Tres sombreros de copa de Miguel de Mihura

Miguel Mihura Santos (Madrid, 21 de julio de 1905 – Madrid, 28 de octubre de 1977) fue un escritor, historietista y periodista español.

Su padre fue Miguel Mihura Álvarez. Fue un niño muy hipocondríaco y sensible. El joven Mihura abandonó sus estudios para dedicarse al humor y la historieta en revistas como Gutiérrez, Macaco, Buen Humor y Muchas Gracias.

Durante los años veinte, trabajó como periodista: Son años de una cierta bohemia, de tertulias en los cafés, donde conocerá a importantes periodistas del género humorístico como Tono, Edgar Neville y Enrique Jardiel Poncela; este último le influyó poderosamente en el estilo. Mihura fue uno de los fundadores de las revistas humorísticas La Ametralladora y La Codorniz.

Aunque empezó a escribir antes de la guerra, su reconocimiento fue tardío, pues sólo estrenó con regularidad a partir de la década de los cincuenta: en 1932 escribió Tres Sombreros de Copa, que no publicó hasta 1947, y no fue representada hasta 1952 (veinte años después de ser escrita); se trata de una comedia considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico y que anticipa algunos aspectos del Teatro del absurdo; en ella se enfrentan el mundo de las restricciones y convencionalismos y el de la libertad y la imaginación, tema que será constante en su obra.

Durante la Guerra Civil, se refugió en San Sebastián con el bando nacional y militó en la Falange Española. Allí fue director de una revista de propaganda para los soldados del frente. Más tarde, en 1941, esta revista se convertirá en La Codorniz, considerada como el estandarte paródico de las convenciones sociales del momento. El tema de la libertad aparecerá también en ¡Sublime decisión! (1955), Mi adorado Juan (1956) y La bella Dorotea (1963), si bien desde perspectivas diferentes. En la primera, trata la emancipación de la mujer a finales del siglo XIX. En la segunda, invita al espectador a vivir al margen de las estrictas y convencionales normas sociales. En la última, refleja el enfrentamiento de Dorotea con una sociedad mezquina y cruel.

fuente:Wikipedia

Un capricho, un lujo, una pluma de perdiz que se pone uno en el sombrero, el humor verdadero no se propone enseñar o corregir, porque no es esta su misión, es lo mas limpio de intenciones, el juego mas inofensivo, lo mejor para pasar las tardes, es como un sueño inverosímil que al final se ve realizado, así definía Miguel Mihura el humor de dos de sus comedias Tres sombreros de copa y Maribel y la extraña familia, escrita en 1932 y estrenada veinte años después, que está considerada como una de las obras maestras del teatro humorístico.

Esta obra supone, por su originalidad, una ruptura con el teatro cómico anterior. Mihura la escribió en unos tres meses, y según sus propias declaraciones, la creó "sin esfuerzo" y "con facilidad, con alegría, con sentimiento". Consideraba que había encontrado con esta obra un estilo propio y sin influencias ajenas, y se mostró orgulloso de su "virtud melódica", de su ritmo, de "esa cadencia especial que sonaba a verso".

Según Arturo Ramoneda, en esta obra, Mihura contrapone, mediante una feliz convivencia de lo poético y sentimental con lo humorístico y satírico, dos mundos enfrentados e irreconciliables:

- el burgués, hipócrita, rígido y limitado por una moral estricta,
- y otro más libre y vital, opuesto a la rutina y a los convencionalismos, en el que todavía es posible la imaginación y la pureza de sentimientos.

El argumento de Tres sombreros de copa es sencillo, incluso tópico: tras siete años de tenaz noviazgo, Dionisio, un joven de veintisiete años, va a casarse con Margarita, "una virtuosa señorita" de veinticinco. La noche previa a la boda se hospeda en un hotel donde conoce a Paula, una atractiva chica de dieciocho años (aproximadamente ya que no conoce su edad) de la que se siente especialmente atraído. La muchacha trabaja en un circo y al día siguiente debutará en el Nuevo Music-Hall. A lo largo de la obra, Dionisio descubre por medio de Paula una manera distinta de vivir, de entender el mundo y de alcanzar la felicidad; gracias a la joven vislumbra la posibilidad de una existencia más imaginativa y libre. Sin embargo, cuando en el momento culminante de la acción deba decidirse entre Paula y Margarita, Dionisio no se atreverá a cambiar de vida, y opta por vivir con la burguesía.


DON ROSARIO. Pase usted, don Dionisio. Aquí, en esta habitación, le hemos puesto el equipaje.

DIONISIO. Pues es una habitación muy mona, don Rosario.

DON ROSARIO. Es la mejor habitación, don Dionisio. Y la más sana. El balcón da al mar. Y la vista es hermosa. (Yendo hacia el balcón.) Acérquese. Ahora no se ve bien porque es de noche. Pero, sin embargo, mire usted allí las lucecitas de las farolas del puerto. Hace un efecto muy lindo. Todo el mundo lo dice. ¿Las ve usted?

DIONISIO. No. No veo nada.

DON ROSARIO. Parece usted tonto, don Dionisio.

DIONISIO. ¿Por qué me dice usted eso, caramba?

DON ROSARIO. Porque no ve las lucecitas. Espérese. Voy a abrir el balcón. Así las verá usted mejor.

DIONISIO. No. No, señor. Hace un frío enorme. Déjelo. (Mirando nuevamente.) ¡Ah! Ahora me parece que veo algo. (Mirando a través de los cristales.) ¿Son tres lucecitas que hay allá a lo lejos?

DON ROSARIO. Sí. ¡Eso! ¡Eso!

DIONISIO. ¡Es precioso! Una es roja, ¿verdad?

DON ROSARIO. No. Las tres son blancas. No hay ninguna roja.

DIONISIO. Pues yo creo que una de ellas es roja. La de la izquierda.

DON ROSARIO. No. No puede ser roja. Llevo quince años enseñándoles a todos los huéspedes, desde este balcón, las lucecitas de las farolas del puerto, y nadie me ha dicho nunca que hubiese ninguna roja.

DIONISIO. Pero ¿usted no las ve?

DON ROSARIO. No. Yo no las veo. Yo, a causa de mi vista débil, no las he visto nunca. Esto me lo dejó dicho mi papá. Al morir mi papá me dijo: «Oye, niño, ven. Desde el balcón de la alcoba rosa se ven tres lucecitas blancas del puerto lejano. Enséñaselas a los huéspedes y se pondrán todos muy contentos...» Y yo siempre se las enseño...

DIONISIO. Pues hay una roja, yo se lo aseguro....

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